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Las monedas, sobre todo si son antiguas, tienen cierto encanto, una atracción mágica para los ojos de quienes las perciben, y no es difícil creer en el encantamiento, pues la historia que puede haber detrás de una vieja moneda es invaluable. Existe todo un mercado de coleccionistas que están dispuestos a pagar cantidades exorbitantes por una moneda que cuente una historia o que haya sido ícono de alguna civilización.
De allí que despierte la curiosidad de muchos por saber qué hacer si le llegase a sus manos una moneda vieja. Saber qué tan antigua es y en qué estado se encuentra es fundamental para determinar el modo de limpiarla.
Conocer el material de la moneda antes de limpiarla
Limpiar objetos de metales nobles como oro y plata requieren de una limpieza y cuidado distinto al que necesitan el bronce y el cobre, por ejemplo. Si no conocemos el material de la moneda lo mejor sería acudir a un experto que la revise y nos oriente al respecto. Otro asunto importante es verificar el valor comercial que tenga la moneda, porque si su valor histórico es alto entonces su precio también será elevado.
Lo importante es prevenir daños innecesarios en monedas de precio elevado. Los coleccionistas recomiendan evitar limpiar la moneda si esta tiene valor comercial, porque el deterioro visible que dejan los años es lo que precisamente toman en cuenta los compradores. De modo que deben ser cuidadosos en este punto si se proponen limpiar una moneda coleccionable.
Si una vez que consultemos con el experto este determina que el valor es insignificante y aun así queremos conservar las monedas impecables, entonces le diremos cómo hacer que su tesoro luzca reluciente.
¿Cómo limpiar monedas de cobre?
El vinagre y la sal son excelentes productos para limpiar no sólo las monedas, sino cualquier objeto de cobre. Hay que tomar una taza de vinagre blanco y agregarle una cucharada de sal, se pone esta mezcla en una olla, se le agrega agua y se pone a hervir a fuego muy lento. Cuando veamos que desaparecen las manchas negras apagamos el fuego y retiramos las monedas, luego las lavamos con agua tibia y jabón y se secan bien con un trapo limpio.
El limón con sal es otra fórmula casera para limpiar monedas de bronce. La manera de hacerlo es muy sencilla, simplemente le agregamos a la mitad de un limón una cucharada de sal fina y se frota las monedas con este hasta que se note que las manchas negras se han ido, luego se lava con bastante agua y secamos.
Con ingredientes que tenemos en casa se pueden limpiar nuestros objetos más preciados sin ocasionarles daño alguno.
¿Cómo limpiar monedas de plata?
La acetona pura es un material perfecto para limpiar las monedas de plata, se deben poner en un envase con acetona (hay que tener en cuenta que no funciona con aquella que se usa para quitar el esmalte de las uñas), y dejarlas por muy poco tiempo para evitar que se dañen. Una vez que se saquen del envase se lavan con agua destilada, es importante no hacer fricción con ningún otro material. Es decir que lo mejor es dejarlas secar al aire libre.
La vaselina también puede ser un gran elemento para limpiar monedas de platas, se le aplica una fina capa y se retira con un hisopo o un trapo que no deje pelusa, de esta manera se evita que las monedas se rayen y pierdan su brillo natural.
¿Cómo limpiar monedas de oro?
En caso de que la moneda sea de oro podemos sumergirlas en un balde de agua jabonosa caliente. En realidad, hay que ser muy cuidadosos con este tipo de material, cualquier sustancia inapropiada puede manchar la moneda. Se aconseja también lavarla sólo con agua, si es muy antigua lo recomendable es no tocarla, dejarla tal cual para evitar que pierda valor. Existe un método llamado electrólisis que funciona perfectamente para limpiar de forma segura la suciedad que deja el paso del tiempo en las monedas.
Este método consiste en aplicar agua y sal en un vaso de vidrio y poner corriente de poco voltaje, se podrá observar cómo se van desprendiendo las partículas de sarro. Sin embargo, nuevamente se debe advertir que para monedas de alto valor lo aconsejable es no limpiarlas.
¿Cuándo no limpiar las monedas?
Cuando se ha descubierto que una moneda tiene valor comercial, lo primordial es resguardarla y evitar a toda costa limpiarla. Aunque se cree que una moneda antigua es mejor si luce lustrada, la verdad es que no es así en la práctica, de hecho, tiene bastante sentido dejarla como la hallamos porque si es antigua así debe parecerlo.
- Al usar detergentes especiales o cualquier otro producto se desconoce el daño que puede producirle a nuestras monedas.
- Suele ocurrir que al emplear toallas o telas para limpiar las monedas se termine rayando la imagen acuñada en la moneda.
- La pátina producida en una moneda antigua es precisamente lo que le da valía de antigüedad, pretender eliminarla es dañar por completo su valor histórico y económico.
- Por último, si la idea es convertirnos en unos coleccionistas de monedas antiguas debemos saber que es imposible hacer que la moneda vuelva a su apariencia original.
Consejo importante para coleccionistas
Estos consejos son útiles para poner en práctica en monedas que sabemos que ya no tienen un valor monetario significativo, también pueden ser aplicados en objetos u antigüedades que presenten las mismas características en cuanto a material se refiere. Por otro lado, cuando creamos que tenemos una moneda valiosa lo que aconsejan los expertos es no manipularla en lo absoluto, lo mejor es tomarla de los bordes y evitar poner los dedos a los lados, porque la grasa natural del cuerpo hace que se ensucien.
Sin duda, poniendo en práctica estos consejos y siguiendo las advertencias que se explican en este artículo, no habrá daños qué lamentar. Nuestras monedas pueden estar seguras en todo momento que deseemos limpiarlas para hacerlas lo más similar posible a su apariencia original.