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Durante las diferentes épocas todos los países deben sufrir cambios para poder evolucionar en los diferentes sistemas que los rigen, como el político, el social o el económico. Esto es lo que marca una diferencia entre cada uno de los países y sus culturas, de la forma en la que lidian con sus problemas es que se tiene conocimiento del país en general. Saber los diferentes procesos a los que se sometió México es esencial.
Una historia de diferentes monedas
México es uno de los países que ha tenido que someterse a la mayor cantidad de procesos de cambio que se conocen en Latinoamérica, lo que los convierte también en uno de los más fuertes. Especialmente cuando se trata específicamente de la materia económica. Durante el transcurso de los años se han tenido que establecer diferentes monedas para lidiar de forma correcta con las situaciones de crisis y devaluación que se han presentado.
Durante cien años este país tuvo que lidiar con distintas monedas que fueron esenciales para el buen desenvolvimiento de la economía en México. Entre ellos hay que mencionar a una de las primeras que surgió paralelas al peso, la denominada Cinco Pesos Cuauhtémoc. Los primeros ejemplares de esta moneda comenzaron a verse circular en el año 1947. Sin embargo, sufrió de una devaluación que la llevó a su total desaparición.
Pero aquí no murió definitivamente, pues en 1950 volvió a surgir, pero no con la fuerza que tuvo inicialmente, ya que no tenía un peso tan alto en plata. A partir de ese momento surgió una nueva, esta fue bautizada con el nombre de Cinco Ferrocarril que apareció como una alternativa viable para el anterior. A pesar de que fue devaluada de forma casi inmediata, tiene un gran significado para los mexicanos aún en la actualidad.
Una renovación de la moneda
Debido a la poca vida de las dos anteriores monedas, el gobierno decidió tomar medidas drásticas. Estas consistían en sacar a circulación dos monedas de oro y una de plata llamada Cinco Pesos Capilla, que era un homenaje a Miguel Hidalgo. Sin embargo, no tardó en devaluarse, pues desde el principio su aparición en el país fue sumamente escasa y aún hoy en día es un ejemplar muy particular que se busca constantemente.
De hecho, durante el mismo año de su incursión en el sistema monetario esta moneda fue utilizada como un símbolo religioso con mucho peso, es por ello que era principalmente utilizada para regalarlas en las fiestas de este tipo. Actualmente sigue conservando su valor y su peso, no solo histórico, sino para los aficionados en coleccionar monedas. Sin duda, marcó un momento importante en el proceso económico del país.
En 1951 surgió una nueva moneda denominada Cinco Pesos Hidalgo Grande, sin embargo, el período de circulación de esta fue mucho menor al de las anteriores. Pese a que tenía más valor que cualquiera de las monedas que habían aparecido hasta entonces, en 1954 la inflación y devaluación se la devoró por completo. Apenas quedaron unas cuantas en el mercado que fueron sacadas de inmediato.
Una historia extensa de las monedas mexicanas
Durante los años 50’s se hicieron presente muchas monedas, entre ellas las de gran valor como Hidalgo cinco Pesos o mejor conocida como Hidalgo Chico. Sin embargo, fue muy corto su período de vida en el mercado. Posteriormente, después de el fiasco que supuso la anterior moneda, bajo la presidencia de Benito Juárez se dio a conocer una moneda que podría cambiar todo el sistema económico que se había establecido desde hace años.
Ahí fue cuando llegó el Cinco Pesos Juárez, que fue una de las más prometedoras monedas que existieron en México. Sin embargo, fue bastante escasa y al final, la devaluación la terminó consumiendo casi por completo. Fue una de las tantas monedas que existieron durante esta época, además de una de las más esperadas. Con ellas se estimaba que se acabaría por fin la crisis económica que tenía el país.
No obstante, siguieron llegando monedas, unas tras otras para poder suplantar a las que ya no podían seguir subsistiendo en el sistema monetario que se había establecido. La década terminó con el llamado Cinco Pesos que salió en 1959, sin embargo, esta nunca fue muy prometedora.
Los constantes cambios en el sistema monetario
Cada vez una moneda se iba devaluando, llegaba a circulación otra diferente que prometía establecer el sistema. Es aquí donde comenzó el protagonismo de la conocida Cinco Pesos Vicente Guerrero, que, tras una década, se hizo presente en el sistema monetario del país con pasos realmente fuertes y prometedores. Su llegada inició en 1971 y estuvo vigente hasta 1978, donde comenzaron a surgir otras nuevas para suplantarla.
Las constantes devaluaciones hicieron que México fuera una de las fuentes monetarias más diversas del país, en el que se mostraban en cada vez más nuevas monedas que prometían estabilizar la situación. Llegó entonces el Cinco Pesos Quetzacóatl, y, de hecho, es una de las monedas más devaluadas de la historia. Perdió su valor con mucha rapidez, desapareciendo de forma instantánea.
La dura historia de la economía mexicana
La historia de las múltiples monedas que tuvo México son una confirmación de la dura crisis económica que presentaba el país en ese momento. No obstante, el hecho de que surgieran tantas monedas era una muestra de los intentos que hacían para poder combatirla febrilmente y no dejar que la inflación los consumiera. Aquí fue cuando llegaron los Cinco Pesos en 1985. Esta es la última de su especie.
En 1988 desapareció por completo la serie de monedas de Cinco Pesos para abrirle paso a las de 10 Pesos y así traer una evolución considerable al país, además de poder estabilizar medianamente el proceso económico que cada vez se tambaleaba con mayor insistencia. Esta se devaluó a los pocos años, sin embargo, se intentó recuperar, pero no puedo lograrlo. Es ahí donde, por fin, entraron en circulación otra serie de monedas.
Con la llegada de las monedas de 10 pesos se visualizó por fin una salida de la crisis tan marcada que vivía México. A partir de ahí la historia fue cambiando poco a poco.